Desde la Edad Media, el Carnaval era considerado como una última fiesta antes de la solemne celebración de la Cuaresma. Su nombre deriva del latín y se puede traducir como “despedir la carne”, ya que era una celebración en la que el pueblo llano comía toda la carne que podía y se preparaba para el ayuno que vendría. En España, como buenos previsores, esa despedida se realizaba el jueves anterior al domingo de Carnaval en lo que pasaría a conocerse como ‘Jueves lardero’.
Dentro de la geografía española existen distintas variantes para la fiesta. En Cataluña, por ejemplo, Jueves lardero se conoce como ‘Dijous Gras’ (‘el jueves graso’) y es costumbre tomar tortilla con butifarra. En Soria existe un refrán que dice “Jueves lardero, chorizo entero” y que hace clara referencia al consumo de pan, chorizo o lomo para comer o merendar durante el día. La Rioja se llena de “bollos preñaos” en estas fechas, que allí llaman culecas y que van rellenos de chorizo y otros tipos de carne. En Albacete se conoce como ‘Día de la mona’, nombre por el que se refieren al típico hornazo que allí se toma y que puede tomarse dulce o salado.
Hemos aprovechado la benigna meteorología para comernos la típica mona albaceteña en un parquecillo al sol. En nuestro caso ha sido un hornazo con un huevo duro, que nos han proporcionado en el Hospital General, y hay que reconocer que era de muy buena calidad.
Os dejamos algunas imágenes de este agradable momento.